Si tú eres de esas personas que creen que las monedas de baja denominación no sirven para nada y las desprecias, quizá quieras replantearte las cosas pues una mujer demostró que el dinero no está para tirarse y que con un poco de paciencia y ganas de ahorrar, se pueden conseguir cosas extraordinarias.
Según informan diversos medios internacionales, la pequeña empresaria de origen chino, reunió durante diez años las monedas de bajo valor que los clientes dejaban en el restaurante del que es propietaria y una vez que había reunido suficiente dinero, acudió a una concesionaria a comprar un auto nuevo.
Decidió ahorrar el dinero, ya que depositarlos en el banco sería demasiado problema.
El periódico Cangzhou Daily relató que la compradora llegó al lugar buscando un Passat, de la marca Volkswagen y para pagarlo, se hizo acompañar de 66 costales de monedas que juntos pesaban más de una tonelada. El coche costaba 190 mil yuanes (524 mil pesos) y la interesada entregó a los vendedores 131 mil 492 yuanes en monedas de un yuan y de cinco y un jiao (el equivalente al centavo).
El dinero que restaba, 58 mil 508 yuanes, fueron pagados a través de una transferencia bancaria, pero si lo piensas, eso menos de un tercio del precio total, así que la compradora no tuvo que sacar tanto dinero de su cuenta.
Para terminar de contar el dinero, los empleados tuvieron que dedicar tres jornadas laborales a la tarea, luego separar las monedas en cajas y enviarlas al banco para que volvieran a ser contadas.
Ahora que lo sabes, quizá quieras pensarlo dos veces antes de enojarte porque te dan el cambio de lo que compraste con una moneda de 50 centavos, o probablemente te interese detenerte un segundo a levantarla cuando se te cae.
Deja un comentario