Imagina poder comer gratis en tu restaurante favorito durante un año. Pues este joven lo logró, aunque después tuvo que pagar las consecuencias.
El hombre de 27 años fingió ser inspector de calidad de la cadena KFC para poder irse sin pagar después de comer.
Pero no lo hizo en una sucursal, sino que se desplazó por todas las que hay en KwaZulu-Natal, en Sudáfrica.
Sin embargo, el gusto le duró -no tan- poco, pues tras un año lo reportaron con las autoridades locales y al no poder acreditar su identidad lo arrestaron.
Según los empleados, el estudiante universitario llegaba en coches de lujo, vestía traje, hablaba con tecnicismos de la empresa y conocía los procedimientos, por lo cual le creyeron. También tomaba notas y daba críticas.
Por su broma será procesado por fraude y suplantación.
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