Con las llaves del auto y sin ningún tipo de violencia, un sujeto robó un Ferrari 228 GTO del año 1985 valuado en más de 425 millones de pesos (20 millones de euros).
La historia bien podría ser parte de alguna de las películas de “Rápido y Furioso”, pero es completamente real y sucedió en Alemania. Todo comenzó cuando el dueño del lujoso auto rojo, decidió ponerlo a la venta y tras un tiempo de espera fue contactado por un hombre que dijo ser coleccionista de autos clásicos, y aseguró estar interesado en la compra y pidió que se le mostrara en una prueba de manejo.
El auto y los dos interesados en el negocio acudieron a una cita y mientras el propietario conducía por la carretera, su copiloto sugirió cambiar de lugar para probar también el manejo del vehículo de lujo, fue ahí que sus verdaderas intenciones se revelaron pues una vez que se subió al asiento del piloto, mientras el dueño estaba aún parado en la acera, el ladrón aceleró llevándose el auto ante la mirada atónita del millonario que no pudo hacer nada para evitarlo.
Afortunadamente el vehículo fue encontrado un poco después, escondido en un garage de Düsseldorf, la zona donde fue robado, sin embargo las autoridades no han logrado dar con el responsable, a pesar de que la víctima tuvo la precaución de tomarle una fotografía al ladrón cuando se conocieron.
Probablemente te estás preguntando por qué un auto sería tan costoso. Ferrari 228 GTO es un auto de edición especial, fue comercializado hace más de tres décadas así que ya puede considerarse un clásico y por si fuera poco, perteneció al piloto de carreras británico Eddie Irvine.
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